“Nos vemos en una situación de mucho estrés,” relata uno de los conductores de trailer, “de la vieja guardia” como se describe, ante los 11 cierres que suma la ruta 32 este año. Lo que resta de la estación lluviosa hace que los riesgos de nueva caída de material se mantengan.
Ismael Garro tiene 21 años siendo transportistas y, y además del costo por las posibles pérdidas de mercadería y los extensos recorridos, nos relata el drama personal. “Hambre, debido a que uno no sabe las horas, si rápido se habilita el paso o dura mucho. Cuando hay que esperar mucho también es bastante cansado y más que todo, porque no hay de comer, no hay donde hacer sus necesidades, se duerme poco e incomodo en el trailer.”
Recientemente, la principal vía entre Limón y San José estuvo cerrada 18 días por un gran derrumbe que provocaron las lluvias en el kilómetro 28. Toda una pesadilla para los transportistas de carga. Sus testimonios lo compartimos en este episodio de Voces, el Podcast de Noticias Columbia.
A la realidad hay que sumarle el aumento en los costos de combustibles, la presión de las empresas que esperan sus productos, muchos perecederos, a tiempo en los destinos, y rutas alternas colapsadas y sin condiciones óptimas para el paso de vehículos pesados, como la ruta 10 por Turrialba.
Costa Rica enfrenta un rezago de años en infraestructura vial y los constantes cierres en la ruta 32 son reflejo de ello, a criterio del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales de la UCR.
Roy Barrantes, coordinador de infraestructura de la LANAMME, afirma que el país tiene una red vial muy robusta y extensa, pero sin planificación previa a hacer las obras y con graves descuidos en el mantenimiento.
