Con 93 años, el escritor nacional José León Sánchez falleció este 15 de noviembre.
Recordado como una figura destacada en la cultura y el arte literario, fue reconocido en el país y a nivel internacional por su obra La Isla de los Hombres Solos donde relata su vivencia durante 20 años en la cárcel de San Lucas.
En el 2017 recibió el Premio Nacional de Cultura Magón.
Fue acusado de un crimen que conmovió al país en 1950: el robo de la Virgen de los Ángeles y joyas de la Basílica de Los Ángeles.
Tras la noticia del fallecimiento las reacciones no se hicieron esperar.
La ministra de Cultura, Nayuribe Guadamuz, resaltó la trayectoria y aportes del escritor.
“Dejó una huella imborrable en la literatura costarricense, mediante su pluma logró posicionar el nombre de Costa Rica a nivel internacional”, dijo la jerarca quien agregó que su muerte es una profunda pérdida para el país.
La exprimera dama Claudia Dobles lo destacó como persona, así como el aporte que hizo durante la restauración del parque Nacional Isla San Lucas, lo cual considera un honor.
“Costa Rica pierde a un referente de su literatura, un hombre polémico y provocador que dejó su huella en el país y fuera de él”, mencionó Dobles.
La periodista y politóloga Vicki Ross lo citó como un baluarte de la cultura nacional y latinoamericana, añadió que ha sido una de las personas más interesantes que ha conocido y “su vida, su trayectoria y toda experiencia en general, nos hizo como sociedad costarricense, echar una mirada hacia adentro y reflexionar sobre las dinámicas de nuestra sociedad”, comentó.
Otto Vargas, periodista y escritor tuvo la oportunidad de compartir con él por proyectos literarios en los que ha estado trabajando, “se convirtió para mí en un referente, en un guía, en un maestro y especialmente en un amigo”, comentó al tiempo que agradece el impulso para desarrollarse en la escritura.
En el año de 1999 la Sala Constitucional de Costa Rica hace una observación sobre el caso José León Sánchez, ese mismo año la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica, Sala III absuelve por duda al escritor.
La Iglesia Católica por primera vez en la historia del país le pide perdón por haberle declarado autor de un sacrilegio en el año de 1950.
(Foto: Ministerio de Cultura)
