Escolar debía ¢186 mil porque colegiales le exigían comprar productos bajo amenaza de golpearlo. Escuche aquí este y otros testimonios. Imagen con fines ilustrativos.
Luego de que informáramos sobre una conferencia de prensa del OIJ acerca de violencia o bullying en los centros educativos, varios padres de familia contactaron a Noticias Columbia para contar sus testimonios.
La Policía Judicial recordó que las agresiones, amenazas, intimidaciones o el acoso no se deben tomar a la ligera ni como asuntos de broma. Este tipo de conductas pueden provocar que estudiantes, mayores de 12 años, sean denunciados penalmente y enfrenten procesos judiciales.
El bullying o acoso puede ser físico, psicológico, patrimonial o una combinación de estos. Cada caso tiene sus particularidades.
Cuando un estudiante es golpeado o lesionado corporalmente se habla del tipo físico. En la parte psicológica se manifiesta en casos como las ofensas, insultos, burlas, ridiculizaciones y descalificaciones recurrentes que afectan la dignidad de la persona y le causan impactos emocionales.
El patrimonial puede notarse cuando un menor que asiste a un centro educativo es despojado de dinero, alimentos o pertenencias.
Testimonios
Uno de los padres de familia que contactó a Noticias Columbia hizo énfasis en que, al hablar de bullying, no hay que referirse únicamente a agresiones físicas.
Contó que su hijo, cuando estaba en cuarto grado, fue víctima de estudiantes de secundaria que lo obligaron a hacer compras en la soda de la escuela y eso derivó en una cuenta de ¢186.000.
«Cuando le consultamos a la dueña de la soda, en ese momento, ella nos manifestó que había un grupo de muchachos, que cuando mi hijo iba a comprar, se ponían detrás de él, lo amenazaban de que si nos les compraba algún tipo de productos, le pegaban», relató el padre quien solicitó mantener en reserva su identidad.
«Él, obviamente por temor lo hacía (comprar) y nosotros hasta ese momento nos dimos cuenta de la agresión que estaba sufriendo por parte de estas personas», añadió.
El padre dijo que la intención de contar su experiencia es que sirva para visibilizar esta realidad y entender que el acoso no siempre se manifiesta con agresiones físicas. Al no encontrar la atención que deseaban en el centro educativo, retiraron al niño y lo pasaron a otro.
La exviceministra de Educación, Rocío Solís, dijo a Noticias Columbia que es necesario una revisión y replanteamiento de protocolos de modo que sean más sencillos, cortos y expeditos.
Solís percibe que se ha debilitado el abordaje preventivo que es indispensable para impedir y contener los casos de violencia en escuelas y colegios.
En el siguiente enlace, usted podrá encontrar la información suministrada por el OIJ y más testimonios de personas afectadas.
