Durante las elecciones del 2022, cuatro de cada diez votantes decidieron abstenerse de emitir el sufragio. Esta cifra representa un abstencionismo del 40,29%, un récord para la vida democrática de Costa Rica.
Paradójicamente, la cantidad de candidatos presidenciales también fue la más alta de la historia, con 25 postulantes.
Para el coordinador del Observatorio de la Política Nacional (OPNA) de la Universidad de Costa Rica (UCR), Rotsay Rosales, la amplia oferta no se tradujo en mayor atracción para votar.
Rosales señaló que, de entrada, el candidato elegido para la presidencia cuenta con poca legitimidad para su cargo.
Para la segunda ronda, la tendencia histórica es que el abstencionismo crezca.
Desde el punto de vista positivo, un cambio de coyuntura podría cambiar este patrón y aumentar la participación.
El caso de las costas es llamativo. La geógrafa e investigadora del Centro de Investigaciones Políticas (CIEP) de la UCR dijo que las provincias de la periferia son las que menos participación registran.
La pandemia por COVID-19 pudo ser otro elemento que alimentara el abstencionismo este 6 de febrero.
