Mientras las honras fúnebres del Papa Francisco se programan, la Iglesia Católica se prepara para elegir a su próximo líder.
Las honras fúnebres del Papa Francisco se realizarán el próximo sábado 26 de abril, luego de que su cuerpo permanezca en la Basílica de San Pedro para el homenaje de los fieles católicos.
Paralelamente, la Iglesia Católica se prepara para escoger a su próximo líder, pero bajo estrictas reglas de sigilo y de discreción.
Los nombres
En conversación con Noticias Columbia, el exdirector de la Escuela Ecuménica de la Universidad Nacional, Alberto Rojas, indicó que aunque ya se señalan algunos nombres, según su perfil y si son más conservadores, progresistas o intermedios, no se puede hablar de candidatos.
“La sustitución no solamente es una persona, sino también una orientación de la Iglesia, cuál va a ser la próxima orientación en relación a la fe, cómo se va a entender la fe y qué consecuencias políticas va a tener este nombramiento y esta orientación, por eso comienzan a darse muchas cábalas de quién podría ser, sin embargo, las constituciones vaticanas dicen que no se puede tener candidatos, o sea, no hay ningún candidato oficial porque las constituciones vaticanas lo prohíben expresamente, entonces si no hay candidatos tampoco se puede hacer propaganda a favor de uno u otro candidato; cualquier negociación, cualquier diálogo que exista es muy privado y muy secreto”, señaló.
La reunión
Tras el fallecimiento del papa, son entre 15 y 20 días para que todos los cardenales lleguen al Vaticano y se celebre el cónclave, una reunión a puertas cerradas.
Durante este proceso de selección, ninguno de los participantes debe tener contacto con el mundo exterior, según el experto.
“Ellos se reúnen en la Capilla Sixtina, se les revisa cuando van a entrar para que no tengan absolutamente nada, que no tengan teléfonos, que no tengan cámaras, nada que les permita comunicarse al exterior, porque no pueden recibir ninguna influencia para su decisión”, comentó.
La votación
Tras el encierro, se celebra una misa, se da un proceso de reflexión y comienza la elección.
“Ellos tienen que llenar un papelito pequeño en donde dicen: ‘yo, el cardenal fulano de tal, con plena conciencia y creyendo que estoy inspirado por Dios, voto para cardenal por’ y pone un nombre, el nombre que la persona sintió que debería ser el papa”, explicó.
Entre los cardenales presentes hay nueve que tienen funciones particulares: tres verifican que el proceso se lleve adecuadamente, tres reparten y recogen las boletas de votación y tres verifican la votación y la certifican.
Según Rojas, el proceso de votación tiene ciertos requisitos: se necesitan dos terceras partes de los 135 cardenales para elegir al papa, y quienes eligen y quienes son electos deben ser menores de 80 años.
El experto detalló que la decisión puede tardar varios días, antes de que haya humo blanco.
“Dos elecciones en la mañana, otras dos en la tarde, siempre y cuando no se logren las dos terceras partes; si no se ha podido elegir a nadie, si no se ha podido llegar a esta mayoría de dos terceras partes, lo que se hace entonces es parar el proceso, dejarlo ahí, tener un proceso de reflexión, pueden invitar a alguien para que les ayude en una meditación y pasan a una segunda elección, entonces lo que hacen es escoger de las dos personas que tenían más votos en la última elección, esas dos personas serían los candidatos, se tira a una nueva elección y quien tenga la mayoría simple queda de papa”, explicó.
Oración, no política
Consultado por medios locales, el cardenal nicaragüense y arzobispo de Managua, Leopoldo José Brenes Solórzano, manifestó que la decisión depende únicamente de la oración.
“La decisión no es exclusivamente de nosotros, como hombres, sino que aquí hay todo un ambiente de oración”, afirmó.