En 38 días de trabajo, el intercambio entre el Ejecutivo y el Legislativo tiende más a las diferencias que a los consensos. El salario de los ministros y viceministros es el nuevo capítulo de los desencuentros entre poderes.
Los primeros comentarios de los diputados de la República sobre el trabajo del presidente Rodrigo Chaves y su gabinete no fueron precisamente positivos.
Con el control de la agenda por parte del Ejecutivo, los legisladores empezaron a impacientarse y a criticar la falta de agenda y de proyectos para trabajar.
Ahora, con la molestia todavía latente, los congresistas vuelven a señalar una grieta en la relación entre Cuesta de Moras y Zapote, esta vez por el salario de los ministros y viceministros.
El mandatario Chaves firmó un decreto en el cual aumentaba en casi un 100% la remuneración base de los miembros del gabinete, justificándolo en la necesidad de hacer más competitivos y atractivos los puestos.
Sin embargo, este movimiento no fue respaldado por los diputados que, aunque no pueden evitar la decisión del presidente, sí hicieron sus críticas a nivel político.
“Mientras se duplica el salario base de estos puestos, hay miles de trabajadores públicos que ganan menos que esas remuneraciones y tienen congelados sus salarios desde hace años, y así se va a mantener durante muchos año. Mientras miles de maestros y policías tienen congeladas sus remuneraciones, que son más bajas, se le duplica a los ministros”, cuestionó el jefe de la fracción del Frente Amplio, Jonathan Acuña.
A las críticas también se unió la fracción del Partido Liberación Nacional (PLN). Su jefa, Kattia Rivera, dijo que se debe tomar en cuenta la situación que atraviesa el país, antes de tomar estas decisiones.
“Es innegable el alto nivel de responsabilidad que implica ser ministro, pero lo que no es aceptable es mantener un discurso en campaña y actuar de otra forma. El señor presidente hizo una oferta en la que el pueblo le creyó y era sobre austeridad. Cuando no hemos visto cómo solventar el tema de los combustibles nos sorprenden con un decreto para ministerios y viceministerios ¿Cuál es la visión para el resto del sector público, donde los salarios están congelados?”, señaló.
La molestia llegó a tal punto que la liberacionista Paulina Ramírez anunció que presentará una consulta ante la Procuraduría General de la República.
“Tenemos serias dudas de legalidad, ya que la ley 9635 dispone que este tipo de aumentos son de reserva de ley. Además, cuando la deuda es de más del 60% del PIB indica que no se pueden hacer incrementos salariales. También tenemos dudas sobre la constitucionalidad, ya que habría trato desigual entre los empleados públicos”, aseguró.
Por su parte, el Ejecutivo defiende la decisión, al argumentar que existe una brecha salarial de entre 27% y 30%, en la cual los jerarcas ganan menos que el personal a su cargo.
“Actualmente, los salarios de los ministros y los viceministros generan problemas a nivel organizativo tales como la dificultad para atraer personal a puestos con altos niveles de responsabilidad, una falta de incentivos de productividad y una alta rotación en posiciones de alta gerencia pública”, indicó Casa Presidencial en un comunicado de prensa.
