El Real Madrid recibió en el mítico Santiago Bernabeú al Bayern Múnich en el famoso “clásico de Europa” por la semifinal de vuelta de la Champions League. El juego de ida había quedado igualado 2-2 y este 2-1 a favor de los merengues, con un cierre de infarto y polémico.
La primera parte fue muy pareja, donde hubo una jugada clara a gol para cada equipo: Al 12´un remate de Vinicius Jr se estrelló en el vertical derecho, y en el contraremate de Rodrygo, Manuel Neuer se quedó con la pelota.
La visita respondió al minuto 28´con un disparo de Harry Kane desde fuera del área que fue desviado con los dedos del arquero Lunin al tiro de esquina. De esta forma se fueron igualados sin goles al descanso.
Al 67´ el Bayern se adelantó en el marcador en una contra fulminante del canadiense Alphonse Davies que con una diagonal ingresó al área y con pierna derecha colocó el balón al palo largo del arquero madridista.
Hasta el minuto 88´ el Real Madrid estaba quedando eliminado, pero apareció el héroe inesperado de la noche, Joselu (“El Bueno”) que en cuestión de tres minutos marcó un doblete para darle el pase a la final al club merengue en una remontada épica.
De héroe a villano pasó Neuer (“El Malo”), que tras múltiples paradas concedió un rebote en el tiro más fácil que Joselu convirtió en el 1-1. Psicológicamente fue tan fuerte el mazazo, que poco después caería el segundo.
Hubo duda, porque el asistente levantó la bandera. Prudentemente, el árbitro Szymon Marciniak esperó al VAR y legitimó la anotación (2-1).
Insólitamente, al 90+9’ anotó el Bayern… pero el árbitro había pitado de una vez el supuesto offside del autor del pase gol… ¡Pero no había sido asistencia sino mal despeje de un madridista! La jugada había sido viciada de nulidad por el silbatazo y no cabía ni la revisión. Por eso, Marcinisk fue “El Feo”.
Borussia Dortmund y Real Madrid se medirán el próximo 1 de junio en el estadio de Wembley, Inglaterra para coronar al nuevo campeón de la UEFA Champions League.
