Paulo César, quien está como invitado de lujo de la FIFA, aseguró que al último juego del Mundial llegaron las dos mejores selecciones del orbe. Además, opinó sobre qué le pareció el papel de Costa Rica.
Paulo César Wanchope está en Catar. Como invitado de lujo de la FIFA y palpitando el cierre de la Copa del Mundo.
El entrenador del Club Sport Cartaginés llegó hace unos días -nuevamente- a territorio mundialista y ha estado en diferentes actividades, una de ellas la Copa de Leyendas, en donde ha compartido con grandes figuras del fútbol, tales como, Íker Casillas, Deco, Kaká, solo por citar algunos.
Justo después de unos partidos de leyendas, Wanchope atendió a los medios internacionales y brindó sus impresiones sobre la final de este domingo. Donde no ocultó su agrado por Lionel Messi.
“Sería lindo que Messi pueda terminar su carrera de gran forma. Ya está dando sus últimos destellos y de qué manera, está en una final, haciendo goles, asistencias. Sería muy emocionante que Messi pueda terminar con la Copa”, manifestó.
Y, siguió analizando el cotejo.
“Argentina viene en un estado anímico alto. El grupo quiere darle la alegría a Messi, pero Francia es muy fuerte. Tuvo seis o siete bajas, pero siempre están ahí. Va a ser una gran final apasionante”, comentó.
Posteriormente se le consultó sobre qué le pareció el trabajo de la Selección Nacional durante el Mundial.
“Estamos sufriendo un cambio generacional. Ojalá que para el próximo Mundial estemos un poco mejor”, respondió de manera escueta.
Y, sí profundizó sobre un tema del cual considera que hay que meter mucha mano: las divisiones menores y el amor de los jóvenes por la esencia del fútbol y el balompié meramente local.
“Es un problema mundial que todos los entrenadores, sobre todo en las bases, van a tener que idear la mejor metodología para poder suplir eso y no quitarle esa creatividad al muchacho, al niño desde corta edad. Hay que darle la libertad a los jóvenes porque era la libertad que teníamos nosotros en la calle”, expresó.
Wanchope estará este domingo en el estadio, como leyenda FIFA disfrutando la final entre Francia y Argentina.
