La ahora embajadora del país en Estados Unidos narró a un medio de Washington que su labor como defensora de los Habitantes puso en peligro su vida. Este es el más reciente peligro del que da cuenta.
La embajadora de Costa Rica ante los Estados Unidos, y exdefensora de los Habitantes, Catalina Crespo, relató un pasaje de su vida que se desconocía en el país.
En una entrevista con el medio The Washington Diplomat, Crespo narró un intento de asesinato en su contra, que aún está en investigación.
“También hubo amenazas de muerte—y al menos un intento de asesinato, en el cual alguien cortó los frenos de su vehículo oficial. Después del crimen de setiembre 2022, el cual sigue sin resolver, Crespo requirió protección policial constantes. <<Costa Rica todavía es relativamente limpia. Si hubiera sido en otro país de América Latina, habría sido asesinada desde el inicio>>”, narra el artículo.
Esta es la primera vez que Crespo se refiere al hecho públicamente, aunque en otras ocasiones manifestó que en el país recibió amenazas por su trabajo en la Defensoría de los Habitantes.
Caso UPAD y el audio perdido
Durante su informe de labores ante la Asamblea Legislativa, en junio del 2022, Crespo aseguró que el caso de la Unidad Presidencial de Análisis de Datos (UPAD) le trajo consecuencias a lo interno de la Defensoría.
El caso data del 2020, cuando un funcionario de la institución perdió parte de la grabación de audio de una entrevista que se le hizo al equipo de Gobierno de Carlos Alvarado involucrado en el tema. Sin embargo, Crespo aseguró que no se trató de un error.
“Yo denuncié a un funcionario de la Defensoría, no por haber perdido el audio, sino por haberlo borrado. Yo, Catalina Crespo, fui la que lo denuncié penalmente y la Fiscalía lo vio”, dijo a los diputados.
La defensora agregó que, incluso, funcionarios a lo interno de la institución quisieron obligarla a desestimar el tema, diciéndole que habría consecuencias en su contra si no lo hacía.
“Dos de esos directores me hicieron amenazas. Me dijeron que si yo no firmaba el documento exactamente como estaba, diciendo que el presidente de la República (Carlos Alvarado) había hecho todo bien y que no se había usado ningún dato de ninguna forma ilegal, todo iba a estar bien. Pero sino, iban a salir de la oficina diciendo que yo los agredí y que a quién creía yo que le iban a creer”, afirmó.
Durmiendo con el enemigo
En este mismo espacio, la exdefensora afirmó que durante sus cuatro años en la institución recibió maltratos, amenazas y señalamientos por, según sus palabras, cumplir con su deber.
“Trabajar en derechos humanos y trabajar en un órgano de control es muy incómodo para muchísima gente. Si uno quiere hacer las cosas bien y hacer cambios bueno, también se vuelve uno muy incómodo. Hay mucha gente molesta por hacer las cosas bien y ahorrarle fondos públicos a la gente”, denunció.
Crespo agregó que durante su periodo ha enfrentado la oposición de un sector de la Defensoría pero que logró encontrar apoyo en ciudadanos que respaldaron su labor.
“¿Hubo gran violencia hacia la defensora, los últimos cuatro años? Sí, sí los hubo. ¿Quiénes fueron mis defensores? Los ciudadanos que me llamaban y ponían en redes que yo les había ayudado. Ellos defendieron a la defensora”, aseguró.
