Pese a que su debut con la Tricolor fue hace 14 años, el 28 de abril del 2010 contra Honduras, tras la suspensión por un resultado analítico adverso y pensar que se le escaparía la oportunidad de luchar por el mundial la jugadora disfruta esta convocatoria como lo hizo la primera vez.
Lloró en algún momento pensando que no iba a poder luchar por ganarse un campo y representar a la Selección en el máximo torneo. No obstante, la noticia de que su suspensión fue levantada llegó en el mejor momento y ahora entrena fuerte para recuperar el tiempo perdido.
“Fueron momentos donde tuve muchas emociones de felicidad de tristeza también por todo lo que pasé fue un momento que no sabía si iba a llegar, pero llegó enhorabuena. Creo que llegó con tiempo a pesar de que las chicas ya tienen semanas de trabajo; aun así, estuve trabajando y sé que tengo que dar más de lo que yo estaba dando de manera individual. Enhorabuena ya me incorporé y ponerme al día con todo lo que las chicas han venido trabajando”, manifestó a Columbia.
Fue honesta y reconoció que ha perdido un poco en la parte de cancha, pero aprovechará cada entrenamiento para ponerse al día con el resto del grupo.
“Creo que en eso es importante que yo lo reconozca, el ritmo de juego obviamente esa parte se tiene que recuperar y solo dentro de la cancha. Sí estuve haciendo trabajos específicos tanto de la mano del preparador físico del club, como de la selección, siempre estuvimos en contacto, estuvieron ahí. Incluso antes de incorporarme hice pruebas físicas y se enviaron reportes. Creo que estuve bien siempre, estuve activa y muy contenta por haberme mantenido porque no era fácil trabajar en un deporte donde es colectivo mantenerme físicamente bien de manera individual”, aseveró.
Su llamado fue celebrado por ella, pero también por sus compañeras que la estaban esperando al ser una de las referentes y capitanas.
“Anteriormente y durante todo el proceso ellas siempre estuvieron anuentes intentaron comunicarse conmigo, algunas me abrazaban y me decían que no me preguntaban porque sabían que no era fácil lo que estaba viviendo, pero muy contenta. Obviamente me dieron una bienvenida como que si fuera la primer convocatoria y tal cual lo siento. Creo que es un privilegio ponerse esta camiseta y poder representar a nuestro país”, mencionó.
Para Carol el mundial debe ser una vitrina para demostrar que el fútbol femenino en Costa Rica ha crecido y que se debe demostrar que las brechas internacionales cada vez son más cortas.
“Hacer un buen mundial para nosotras es obviamente pasar a la segunda ronda y ese va a ser el objetivo. Antes de eso se tiene que jugar el primero, vamos paso a paso. Tenemos los objetivos claros, pero no podemos adelantarnos. Vamos a competir, que la brecha a nivel internacional sea corta. Para nosotras no va a ser fácil, pero para el rival tampoco va a ser fácil, que sea un fútbol donde digan ahí hay fútbol dentro de Costa Rica y que eso sea un parámetro para seguir creciendo todavía más”, señaló.
Costa Rica dará la lista definitiva de convocadas a la Copa del Mundo la primera semana de julio y viajará hacia Nueva Zelanda el próximo 8 de julio.
