Carlos Mora no cabe de gratitud con la afición de la Liga. No se manifesta apresurado por dar el salto al fútbol internacional. Disfruta su momento, que es idílico con la tribuna rojinegra.
A punta de buenas actuaciones se ha ido ganando un lugar en el corazón de los erizos y el pasado miércoles se afianzó todavía más, cuando en tiempo de reposición clavó el 2-1 sobre Liberia que envió al Alajuelense a las semifinales del Torneo de Copa.
“Cuando corearon mi apellido llegamos a la casa y mi esposa me dice: ¡vio cómo el estadio le cantó! Como locos, ¡claro que me motiva! Estoy sin palabras para con la afición”, confesó al sitio oficial de la Liga. “Solo tengo palabras de agradecimiento. Toca seguir trabajando, creciendo, mejorando. Estoy feliz, estoy en el equipo que amo”.
Asegura que dentro del plantel prevalece un sentimiento de compañerismo, por más que desde afuera se pueda percibir que podría haber un choque de egos, con mucho peso pesado dentro de la planilla.
“Hay mucha unión, creo que se ha visto la fortaleza grupal que tenemos,, estamos unidos más que nunca. Este presente es lo que merece la Liga, la afición. Estar líderes, invictos, peleando ahí arriba. Eso nos motiva a seguir cumpliendo objetivos, con humildad, con mucho trabajo, esfuerzo y respetando el rival. Paso a paso, partido a partido, se nos irán dando las cosas”.
