“Podría ser una forma en que podría hacer algún tipo de reparación”. El equipo de abogados de un reo estadounidense solicitó la suspensión de su ejecución para cumplir su último deseo de salvar una vida. Ramiro Gonzalez cumple la pena de muerte por secuestrar y asesinar a una adolescente en 2001.
Ramiro González fue sentenciado a pena de muerte por el secuestro, abuso sexual y asesinato de una adolescente en 2001. Sin embargo, el pasado 29 de junio solicitó al gobernador de Texas aplazar su ejecución para poder donar su riñón a alguien que lo necesite de urgencia.
El equipo de abogados sostuvo que no se trata de suspender su ejecución. Señalan que el recluso está conforme con su destino, pero antes quiere encontrar “una forma de salvar una vida”.
Según explicaron los abogados del reo, Gonzalez es un “excelente candidato” para la donación. Esto se debe a que el prisionero posee sangre tipo B. Un tipo de sangre que no es común entre las personas.
“Realmente esperamos que le den la oportunidad. Es bastante importante para él desde su perspectiva religiosa. Es una oportunidad para la expiación, y podría ser una forma en que podría hacer algún tipo de reparación”, sostuvo una de las abogadas de Gonzalez, Thea Posel.
El Centro Médico de la Universidad de Texas determinó que la donación se puede realizar en el plazo de un mes. Por esta razón, la solicitud indicaba un plazo de 30 días para poder donar su riñón.
Además, se indicó que el trasplante no se puede dar de forma póstuma por el efecto que tendrán las drogas con las que lo ejecutarán.
La portavoz del Departamento de Justicia Penal de Texas, Amanda Hernández, sostuvo que González ya había sido catalogado como inelegible. El reo hizo una petición para donar a principios del año. La funcionaria no dio la razón del por qué se negaron. Sin embargo, el equipo de abogados del reo sostiene que se debe a la fecha pendiente de la ejecución.
Según la WLS-TV, la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas votará la solicitud de Gonzalez el próximo 11 de junio.
Además de esta solicitud, el reo realizó dos más. La primera para sustituir la pena de muerte por una pena menor. Así como una petición para que su consejero espiritual lo acompañe durante la ejecución.
Sobre la segunda petición, el pasado 6 de julio, un juez determinó que la ejecución no podría llevarse a cabo si no le otorgan a González todas sus comodidades religiosas. Esto incluye permitir que su asesor rece en voz alta, le sostenga su mano y le toque su pecho mientras le suministran la inyección letal.
Está previsto que Ramiro González reciba una inyección letal el 13 de julio. El reo lleva 15 años en el corredor de la muerte.
