No es una realidad paralela ni cuento de multiverso. Saprissa terminó celebrando un empate en casa cual Copa Mundial. Pero se entiende. Perdía injustamente, aunque está claro que el fútbol no es gimnasia ni clavados de plataforma. Lo que prima acá es la efectividad y Alajuelense tenía la ventaja, más por el «horror» de David Guzmán que por méritos ofensivos, y fue entonces que apareció la carambola milgrosa desde la zurda de Deyver Vega, peinada de Anderson, contactoen el español Merino y cordeles.
Esteban Alvarado: Nada qué hacer en el gol de Canhoto, entregado por la devolución de Guzmán y la lentitud de Anderson. Lo mejor de su repertorio fue la celebración del 1 a 1. Así se grita un gol agónico decisivo en un clásico.
Kenay Myrie: Se va ganando a pulso la titularidad en un puesto que le ha costado al Saprissa solventar.
Fidel Escobar: No es el «Comandante» de certámenes anteriores. Venido a menos, pasó de excelente a cumplidor.
Eduardo Anderson: Se vio como una carreta tratando de alcanzar un Fórmula 1 en el gol de Alajuela. Le cometió claro penal a Toril en un patadón irresponsable, pero ni Marianela Araya lo pitó ni el VAR lo invitó a revisarlo. Sobra decir que fue un mal partido para él, aunque haya participado en la jugada del gol local.
Joseph Mora: Como anda centrando tan bien, esta vez lo dobletearon para impedíselo a ultranza.
David Guzmán: De milagro no lo expulsaron por acumulación de tarjetas amarillas por malcriado. Reventó dos balonazos porque no le gustó lo que pitó Araya. Dio involuntaria «asistencia» a Canhoto para el gol manudo, en un torpeza cuando quiso pasarse de listo pegándole un pelotazo a Toril.
Sebastián Acuña: Lo contrario de Guzmán. Centrado, oportuno, sobrio, equilibrado.
Mariano Torres: El crac de siempre. Cerebral, punzante. Le negaron el gol el horizontal, Santiago Van der Putten y Washington Ortega. Punto altísimo, como siempre.
Nicolás Delgadillo: Pasó desapercibido. Como tenía tres meses sin jugar, désele el llamado «beneficio de la duda».
Marvin Loría: Lo trataron de cercar entre Larry Angulo y Celso Borges, pero logró salírsele del encierro intermitentemente.
Sabin Merino: Debutó con gol, rescatando un punto agónico. Suficiente. Empero, también dio destellos interesante. Sabe atacar los espacios, abrir pasillos en la zaga rival.
Orlando Sinclair: Ingresó por Nicolás Delgadillo al 63′. Mucho mejor que el argentino. Al menos incomodó a los centrales erizos en el choque.
Gino Vivi: Entró por Marvin Loría al 63′. Este fue el cambio menos positivo. No tuvo siquiera los chispazos del sustituido.
Samir Taylor: A Guzmán había que sustituirlo por el que fuera. Cualquiera lo habría hecho mejor.
Deyver Vega: Fue el relevo de Kenay Myrie al 79′. Vital, porque cobró el tiro de esquina para la carambola Anderson-Merino que deparó el 1 a 1.
DT José Giacone: Resultado, malo. Planteamiento, correcto. En la lectura del partido la mayoría de variantes le surtió efecto. En general, la temporada está lejos de lo que se espera de Saprissa.