Dígase lo que se diga, Alajuelense no hizo un mal partido en la vuelta de la Gran Final perdida ante Cartaginés. De hecho, mientras estuvieron en cancha Celso Borges, Alex López y Bryan Ruiz, los manudos fueron una tromba sobre un visitante que solo atinaba a defenderse. Ese dominio se fue erosionando conforme cayeron los soldados víctimas del trajín. La pregunta que saltó al ambiente fue: ¿Por qué Rudé los juntó como titulares hasta la última de las seis batallas de postemporada?
Miguel Ajú: Cero trabajo en la inicial. Poco en el complemento y un balón para sacar del fondo en tiempos extras.
Ian Smith: Aunque más ofensivo que en otros juegos, no marcó demasiada diferencia.
Giancarlo González: Se propuso no perder un duelo contra Marcel… Hasta que no lo pudo anticipar al 104′.
Alexis Gamboa: Trató de imponer su físico y lo logró con un cabezazo que ilusionó a “La Catedral”.
Ian Lawrence: Con más libertad para atacar, sembró peligro.
Celso Borges: Briceño le sacó el 1-0 en la inicial. Salió extenuado y adolorido al 76′. Hacía un partidazo.
Alex López: Dinámico como en sus mejores tiempos. Figura manuda. Su salida reventado al 90′ fue clave.
Bryan Ruiz: Mucha presencia, no se le puede negar entrega. Terminó de lateral izquierdo lanzando centros.
Carlos Mora: Hizo dudar a Barahona. Fue perdiendo fuelle sobre el final.
Freddy Góndola: Toca la bola del hay sensación de peligro. Entre Briceño y Vargas le negaron su golcito.
Johan Venegas: Tiro libre al ángulo en la inicial que encontró las manos de Briceño.
Yael López: No pudo superar por mucho lo que había hecho Smith.
Aarón Suárez: No puso llenar los tacos de Celso. Entonces, la Liga comenzó a desinflarse.
José Miguel Cubero: Nada que ver a la par de Alex López, que era la figura.
Doryan Rodríguez: Cuando entró, ya el Cartaginés era un tanque blindado.
Josimar Alcócer: Le encomendaron una “Misión Imposible”… que en efecto lo fue.
