Los brumosos lo pueden decir abiertamente: “vive, vive”. Vive la ilusión y más porque Cartaginés salió vivo de una “Catedral” a reventar a la que no pudieron entrar sus parciales, supuestamente porque no los dejaron. Si querían hacerles un daño a los visitantes, dejándolos solos contra una furibunda marea rojinegra, parece que no les salió, sino que tuvo un efecto inverso, como que motivó más a los paperos, con todo y sus tres sensibles bajas en defensa. Con un Kevin Briceño que solo se pudo batir él mismo y un Marcel Hernández que tuvo una y la mandó a guardar, sí, el sueño de Cartaginés “vive, vive”.
Marcel Hernández: En los primeros 45 minutos no apareció por ninguna parte. ¿Que no había hecho nada en la serie? No importa. Así son los goleadores. Aprovechó el desastre de salida del “Osito” y generó “Gran Final”.
Giovanni Arturo Campos: Entró a poner a su equipo arriba. Y lo logró.
Luis Ronaldo Araya: Le dio al Cartaginés la posesión de bola que no tuvo durante el resto del partido.
Byron Bonilla: Fundamental para sostener la bola arriba después del 1 a 1.
Paolo Jiménez: Colmilludo nato. Sacó faltas, escondió la bola y en complicidad con Bonilla hicieron que los últimos minutos se fueran sin sufrir ni unan sola llegada peligrosa de la Liga.