Sin despeinarse. A media máquina. Caminando. Cualquier cliché sirve para ilustrar la forma como Herediano parecía comerse al “quequito” de los octavos de final de la “Conca-Champions”, Robin Hood de Surinam. Todo parecía salir de rechupete, porque el Team ganaba 0-1 y con esos seis puntos tenía la ventaja de cerrar de local su serie de cuartos contra el poderoso Pachuca, que obtuvo cuatro de seis en su duelo frente al Philadelphia Union. Pero dicen que la confianza rompe el saco. Así las cosas, un horror en tiempo de reposición se convirtió en el 1 a 1 surinamés (3-1 global). Y todo cambió. Ahora los Tuzos disputarán la vuelta en el Estadio Hidalgo, porque ellos igualaron a cero en Gillete Stadium, pero luego masacraron 6-0 en México. Pero que no cunda el pánico. La misión, imposible no es.. Herediano ya logró salir con vida del “Infierno de los Diablos Rojos”, la Bombonera del Toluca, donde revirtió un 4-1 adverso para superar la fase preliminar. ¿Podrá sacar del baile a otro club azteca forrado en billetes?
Con la ventaja de 2-0 de la ida, Herediano no pisó acelerador a fondo, limitándose a dos opciones en la primera parte, una que voló Darryl Araya por encima del travesaño y otra que Jonathan Fonkel le tapó a Gerson Torres; del otro lado, el Robinhood creó solo una ocasión, que Everardo Rubio despejó en la línea chocando con un adversario. El mexicano quedó resentido y a la postre tuvo que ser sustituido.
Los minutos transcurrían y el Robinhood o no se atrevía o simplemente no podía arriesgar más. Con paciencia, sin despeinarse, el Team esperó a que se abriera algún espacio, y esto ocurrió al 55′, cuando el también azteca Adrián Garza atravesó la defensa sudamericana para batir a Fonkel con un balazo cruzado.
El gol prácticamente sentenciaba. Los verdirrojos tenían que hacer cuatro goles en poco más de media hora para adquirir su tiquete hacia los cuartos de final, donde aguarda Pachuca de México, verdugo del Philadelphia Union estadounidense.
En tiempo de reposición, descuido tremendo. Don Tuur pescó dentro del área un centro a segundo palo. Insólitamente solo, tuvo tiempo de dominar la bola dentro del área chica y disparar prácticamente sobre los zapatos de un clavado Alexandre Lezcano.
